jueves, 2 de septiembre de 2010

INICIATIVA YASUNI ITT

El Ecuador propone, a la región y al mundo, un nuevo esquema de conservación basado en la corresponsabilidad: la iniciativa Yasuní ITT. La propuesta es dejar el crudo bajo tierra indefinidamente. Para ello, es urgente la solidaridad y participación de la comunidad internacional y la decisión política nacional.

Esta iniciativa del Gobierno de la Revolución Ciudadana nació en el 2007, en el Ministerio de Recursos Naturales No Renovables (MRNNR), cuando aún era el Ministerio de Energía y Minas. Se enmarca dentro de los objetivos de desarrollo plasmados en la Constitución: alcanzar un desarrollo energético sustentable, que garantice la protección del medio ambiente y el mejoramiento mejore la calidad de vida de la población ecuatoriana.

El Parque Nacional Yasuní es la cuenca amazónica más biodiversa de bosque tropical. En una sola hectárea contiene más especies de árboles y arbustos que toda América del Norte. Es también el hogar de los pueblos indígenas Tagaeri y Taromenane que viven en situación de aislamiento voluntario, conservando sus tradiciones y costumbres milenarias.

En septiembre del 2008 el presidente de la República, Rafael Correa, presentó oficialmente a las naciones esta innovadora propuesta: dejar el petróleo del campo ITT para siempre bajo tierra e invitó al mundo a que se corresponsabilice con esta iniciativa, aportando con la mitad de las utilidades que recibiría el Estado ecuatoriano en caso de no explotar ese crudo.

El compromiso consiste en no extraer 920 millones de barriles de Petróleo. Se evitaría la emisión de más de 375 millones de toneladas de carbono. Si se añade los efectos por evitar la deforestación dicha cifra podría superar los 500 millones de toneladas.

Este esfuerzo le representa al país dejar de inyectar a la economía alrededor de 720 millones de dólares anuales, durante 13 años. A cambio de este sacrificio Ecuador plantea el aporte solidario y responsable de los países desarrollados para obtener una mínima compensación por los bienes ambientales generados para toda la humanidad.

Esta acción colectiva se orienta no solo a mitigar el calentamiento global sino sentar las bases de una nueva dinámica económica mundial que reconozca el valor de los bienes ambientales.